Sumergirse en la experiencia del Cocido de Cabanas es embarcarse en un recorrido gastronómico que exalta la tradición gallega en su máxima expresión. Este cocido, servido en varias fases, permite degustar cada ingrediente en el orden perfecto para una experiencia completa y llena de sabor.

La experiencia comienza con una reconfortante sopa de cocido, cuyo caldo es la esencia misma del plato. La combinación de ingredientes cocinados a fuego lento ofrece una entrada perfecta y cálida para lo que está por venir.

A continuación, el cocido cobra vida con una selección de grelos, repollo, patatas, chorizos de carne, garbanzos y chorizos ceboleiros, combinados con una variedad de carnes de primera calidad. La cacheira y el lacón se unen a piezas de cerdo, ternera y gallina, completando un plato con la autenticidad y profundidad de sabor que caracterizan al cocido gallego.

El broche de oro lo ponen los postres, que son un reflejo de la tradición repostera de la región. Se ofrecen filloas saladas, cañitas rellenas de crema, leche frita, y un suave flan cremoso elaborado con huevos frescos de la granja. Para cerrar, el sabor local se despliega con queso del país acompañado de dulce de membrillo casero.

Con un precio de 40€ por persona (I.V.A. incluido), el menú también incluye pan, agua, el vino de la casa (D.O. Valdeorras) y café. Para garantizar una experiencia completa, el menú se sirve a mesa completa y no puede ser compartido.

El Cocido de Cabanas es una cita imprescindible en los meses de invierno y una oportunidad única para saborear el auténtico cocido de Lalín en su máxima expresión.